martes, 27 de enero de 2009

Critico mi no crítica.

De un tiempo a esta parte, llevo cavilando que debería escribir algo crítico sobre una ristra de cosas que me rodean y que son dignas de sevicia por parte de un servidor. Quizás este bajage, pseudomoral por otra parte, es del todo baladí si se compara con su actual competidor en la masa viscosa que puebla entre mis dos orejas.

Y es que, cada día, se me hace más fatigoso dejar de soslayo algunas de las más fútiles empresas que palpitan en mi mente. De tal forma que, la importancia de lo más enjudioso que ahora mismo cae en mis manos, es decir, mis estudios; languidece miserablemente por mi incapacidad, en varias ocasiones, de tasar y ordenar mis preferencias, y así me pasa que en ocasiones tengo que proceder a la ablación a cercén de algunos temas, eso sí, siempre de escasa importancia. Esto igual debí decirlo a sovoz, que las paredes oyen y mi madre se me puede quejar, y con razón oiga.

Después de estos dos párrafos que denotan como me alejo poco a poco de la catarsis y de la descripción de mi periplo hacia un fastuoso grupito de suspensos, paso a nombrar, que no desarrollar, los temas, sobradamente conocidos por todos pero en los que aún en este blog no me he posicionado:

- A tenor de los "autobuses cristianos" y los "autobuses ateos" (y mi posición, escéptica, crítica y hastiada de tonterías sobre la Iglesia, las religiones y cómo influyen socialmente)

- A raíz del conflicto Israelí-Palestino y la (puta) moda de las kufiyat.

- Mi próximo viaje. No sólo de caos vive en hombre :)

Finalmente, pedir disculpas por el lenguaje usado, empero, habida cuenta de vuestra prelación sobre mi status acerca de mi situación actual con los estudios no me queda otra opción que aducir gran dominio de esta lengua, ya que se me hostiga para que así lo haga desde arriba.

sábado, 24 de enero de 2009

Dicen que el tiempo cierra las heridas, sólo un egoista innova.

Es difícil explicar tu indiferencia.

No me arrepiento de nada, si tiraste todo por la borda.

Queda la resignación... que la marea te devuelva a mi isla.

Es pura matemática... uno más uno nunca serán tres, por eso me siento un cero a la izquierda.

Casi muere mi esperanza, a ti que más te da si te menea otra brisa, anda...

Asfixia el humo de la broza, ya saldé mi deuda.

Las nubes conectan, Babilonia.

Aunque seas la N de mi brújula... mis bolsillos llenos de arena nunca pagarán tu castillo en la luna.

La visión se nubla. Piensa en mañana.

No vale tu disculpa, se que otra me tratará como merezco.

Tengo que olvidarte, de hecho ya no me acuerdo de tu nombre... a penas de tu aspecto.

Que te vaya bonito...

domingo, 18 de enero de 2009

5.30 - 5.58

Tocan las cinco y media de la madrugada cuando llego a casa. No estoy borracho, es cuando salgo de la biblioteca. ¿Por qué? Porque estudio mejor de noche... y porque parece que la única manera que tengo de disfrutar de un rato agradable en esta ciudad es cuando todos duermen.

Pensarán que es descabellado lo que voy a contar, pero ya saben mi opinión sobre las opiniones, y si no, se la imaginan.

¿Alguna vez se han tumbado en el suelo?

Es un concepto raro de encajar, pero me gusta tumbarme en el suelo. A estas horas uno puede llegar, al menos donde yo vivo, a una calle de cuatro carriles, normalmente atestada de coches y saturada de ruido, la vía Complutense para quien sepa dónde está y cómo es, y... es simplemente un placer... cruzar hasta situarme en el medio de la calle, en medio de los cuatro carriles, tumbarme y sentirme pegado al suelo.

Notar como mi cuerpo conecta con el asfalto, cerrar los ojos y atender a lo que me quiera decir el silencio. En cualquier momento un coche puede llegar y pasarme por encima, incluso, algunas veces, oigo cómo alguno pasa cerca de mi cuerpo, por alguno de los carriles aledaños y me pregunto si ese coche podría haberme pasado por encima, si ha percibido que mi cuerpo, inmóvil, estaba en medio de la calzada.

Volver a casa, y en 5 minutos andando por la calle no cruzarme con nadie. No escuchar un ruido, no advertir la presencia de ninguna figura que se mueva más allá de las hojas bailando con el viento.

Volver a casa, tumbarme en la cama y sumirme en un profundo sueño... un viaje directo al destino fiero y aterrador de la continuidad parsimoniosa y monótona que supone mi vida en época de exámenes.

Pero durante unos minutos puedo abrir los ojos, tumbado en el asfalto, caminando sobre la afilada cuchilla de la confianza en nada, y observar el cielo que cubre la selva de asfalto en la que las nuevas bestias del siglo XXI viven matándose por un sueldo mínimo sin darse cuenta de que la solución está ahí... pero nos da tanta pereza cogerla.

Bienvenidos a la crisis...

jueves, 15 de enero de 2009

Banksy

Tienda de Mascotas en NYC, aquí.

lunes, 12 de enero de 2009

sábado, 10 de enero de 2009

snow...


Pero importa más que nieve.


Me parece demencial, de veras. Me considero idiota, cada vez que soy testigo de semejante espectáculo como el que ahora mismo está ocurriendo ahí fuera; porque no soy capaz de comprender el porqué.


El periodismo, descontado claras excepciones, es una de las profesiones a las que más aborrecimiento les dono de mi cosecha particular. Primero y principal, salvo los días de clase, en los que leo un par de periódicos para hacerme una mínima idea de lo que sucede en el mundo; no me molesto lo más absoluto en mantenerme informado de cómo van las cosas allá fuera, simplemente porque me pongo enfermo. Bien. Hoy, sábado, me tocaba evadirme levemente de la vorágine de noticias que pretenden inyectarnos para conseguir una opinión mediática, usualmente desinteresada en estos temas. Me ha sido del todo imposible, claudicando, nuevamente, ante mi madre, con mis intentos de comer en mi cuarto para evitar contacto con ese turbador invento al que llamáis televisor, devorador de horas y embotador de cerebros. Todo este ciclo de sucesos me ha llevado a, aunque no quisiera, tener de fondo ese circo al que llaman noticiario.


La verdad, podría despotricar sobre tantas cosas en este momento y con estos pretextos… pero el tema que hace a hoy un día singularmente odioso, como ayer, pero ayer me pude escapar de la tediosa tarea de mantenerme en este mundo. Lo que me quebranta el alma es darme cuenta de qué tiene prioridad y qué no, de lo que consideramos digno de ocupar un tiempo y lo que no es tan digno.


Hoy me he enfadado con la nieve.


Porque tiene más importancia que cualquier otra cosa y porque da exactamente igual qué pase en su vida, en la mía o en la de cualquier otro… hoy es uno de esos días en los que tenemos que estar felices porque ha nevado.


La gente mañana se seguirá matando pero… ¿seguirá habiendo nieve mañana?


En fin, qué nos importa nada mientras el mundo siga dando vueltas.

martes, 6 de enero de 2009

Nativitas

Navidad cierra el telón de su último acto, por fin, he de añadir.


Cuando digo que la Navidad no me gusta, no me entusiasma; mis congéneres suelen mirarme con mala cara. De sus bocas afloran comentarios sobre mi persona; que si soy enteramente apático, que si soy un insulso emocional, que si estropeo todos los momentos bonitos…

¿En serio es la Navidad una excusa para ser agradable?


Quiero decir, como es Navidad… ¿tengo que ser mejor persona? Me parece de un cinismo impúdico; y es algo que verdaderamente me mata. La gente sólo coge lo que le conviene de absolutamente todo, y con las fiestas pasa lo mismo.


Es algo que me devora los intestinos. El que es un anarquista convencido, un ateo convencido… llega Navidad y se vuelve gilipollas perdido. Todo tiene que ser felicidad.


Es algo que se escapa a mi conocimiento, por qué un ateo, un agnóstico, un musulmán… o bueno, en fin, cualquier persona que no posea un ideario católico de tipo cristiano celebran estas fiestas. Nochebuena, la víspera de Navidad; Navidad, los Santos Inocentes, Año nuevo y Epifanía. Bueno, no hay que ser un genio… Navidad viene de nativitas, es decir, nacimiento; el día de los Santos Inocentes, de aquí nada que explicar ¿no?; el día de fin de año del calendario gregoriano, nochevieja que la llaman, fin del año católico y, finalmente, el día de Epifanía del Señor, los Reyes Magos, vaya, que celebramos por puro consumismo, porque necesitamos una excusa para hacernos regalos.


En serio, no le encuentro explicación para esto. Vivimos en un país aconfesional, donde sólo se puede ser ateo o cristiano, el resto del mundo está mal visto. Si no, intenten pedir una semana libre en el colegio para que su hijo estudie para su Bar Mitzvah, pidan otros ocho días para celebrar Jánuca, o no vayan a trabajar el día después de fin de año alegando que están débiles por seguir el Guedaliá o no se afeiten durante 9 en Av… verán lo tolerantes que somos en este magnífico país. Intenten ser judíos en las tierras de los Reyes Católicos… ¡inténtenlo! De veras, les reto a ello.


También les reto a que le digan a alguien: “a mí no me han traído nada los reyes”. Verán como en seguida se apiadan de ustedes, pensarán que son unos pobres diablos sin nadie que les quiera porque… ¿quién no regala nada en estas fechas?


Yo sólo quisiera una cosa para estas fechas, sólo desearía un regalo, un presente… demasiado personal, así que esta vez callaré; pero no desenfunden sus carteras falsos comunistas y consumidores con síndromes altruistas… es algo que su dinero no puede comprar, se necesitan monedas en el alma.


pD. Pero no todo en navidad es malo, Silent Night, por David Lanz

domingo, 4 de enero de 2009

En marcha...

Bien, lo primero es lo primero.

Escogido el título del blog, no sin antes probar algo más de la decena de nombres, me decanté, o más bien me hicieron decantarme, por "Ticket to Heaven", excepcional canción que proviene de la envidiable voz masajeadora del alma que Dire Straits posée.

I got my ticket to heaven
and everlasting life
I got a ride all the way to paradise
I got my ticket to heaven
and everlasting life
all the way to paradise

Que junto a "Cotidie Morimur" y "Noctambulismos" forman mi personal tríada de blogs.

El primero de ellos, Cotidie Morimur, es un cajón de sastre en el que colecciono y almaceno frases, párrafos, poesías, estrofas, citas, discursos... en fin, cuanto quiera y encuentre interesante; siempre acompañada por un motivo gráfico... un dibujo, o una foto. No sé muy bien cuál es la raíz de esto, pero simplemente lo empecé a hacer así y he creado hábito, sea eso bueno o malo.

Mientras tanto, Noctambulismos, es algo más difícil de hacer. Una de las cosas que hacía cuando era pequeño y que reconozco que gozaba haciéndolo, es y ha sido siempre, escribir. Pero, de un tiempo a esta parte me he vuelto pésimo en la escritura y difícilmente sale algo que pueda leerse del tirón, sin tener que parar a pensar si merece la pena seguir vivo con semejante mierda circulando por la red. Pero en fin, hago de tripas corazón y, de Pascuas a Ramos, publico alguna clase de basura prosaica.

Finalmente, Ticket to Heaven, pretende, ojo: pretende, quitarle rigidez a todo esto y convertir esto en un popurrí de entradas de lo primero que se me pase por la cabeza, sin ningún tipo de censura o de traba para salir a la luz. Algún devaneo de vez en cuando o, a veces, hablaré sobre algo que me interese, porque a mí me apetece. Total, si tiene el mismo éxito que los otros dos, interpretaré
Hamlet para un auditorio vacío interpretando yo a todos los personajes.

Poco más que añadir, a parte de que le he dado un poco de forma a este blog. He añadido unos cuantos links entre los que figuran las páginas que yo, de una forma o de otra dirigo, manejo o administro; los de unos cuantos amigos, para dejarme caer de vez en cuando y, finalmente, uno grupo de links, los links de interés; pendiente de aumentar... pero ya sabéis, la pereza es un pecado capital que nos afecta a muchos.

Sin nada más que decir, salvo la intención de añadir algún que otro "gadget" más y de, por supuesto, publicar alguna entrada más.

sábado, 3 de enero de 2009

Primera

Bien, pues aquí vamos de otra vez.

De nuevo, abro otro espacio, sin ni siquiera saber muy bien qué poner de título o qué dirección darle. Aunque da igual la dirección que quieras darle, porque no es la dirección que quieras darle lo que importa, si no la que te dejen. Pero eso dejémoslo, que es otro tema.

Como digo antes, "de nuevo", lo que significa, en efecto, que no es el primero que abro. La blogosfera debe de contener por lo menos dos o tres cadáveres de mi factoría, flotando por el ciberespacio en busca de una redención que nunca va a llegar.

Pero en fin, así es la vida y así soy yo. Esperemos que el presente blog llege a, al menos, un número considerable de entradas... de momento, esta es la primera entrega.