Fortune's always hiding,
I've looked everywhere
miércoles, 29 de diciembre de 2010
miércoles, 24 de noviembre de 2010
viernes, 19 de noviembre de 2010
Cine, un nuevo ataque frontal por desalmados
Es la primera vez que voy a hablar sobre una de mis pequeñas aficiones en este blog... y hoy lo hago por un tema realmente dantesco. Mi pequeña afición es, en este caso, el cine.
Quizás ésta sea ya la crítica veinte millones que se hace sobre el tema, pero como dijo Clint Eastwood (no he cogido un gran filósofo, pero viene que ni pintado al "topic"), "las opiniones son como los culos, todos tenemos uno".
De un tiempo a esta parte, el cine, se ha hecho muchísimo más accesible. Esto, como todo, tiene cosas buenas y cosas malas. Lo bueno es obvio, el poder disfrutar con menos restricciones de algo tan apasionante como el cine es algo formidable. Lo malo, es lo que nos puede hacer vomitar y es la eterna comercialización de todas y cada una de las películas; es decir, el hacer películas malas, con argumentos absurdos, sin gastar un duro en guión e invirtiendo decenas o cientos de millones de euros en efectos especiales, sangre y tíos y tías buenas sin demasiado buenas aptitudes para interpretar.
Con cuatro salvedades, a veces, aunque uno lo intente, es imposible ir a ver una buena película al cine. Hay que buscarse las mañas como antaño para conseguir ir a una sala a ver algo no comercial de estreno. En general, estoy cansado de tener que ir a cineforums, clubs de cine y pases eternos de películas. No soporto ver 2 o 3 películas del tirón, me cansa y me supone un esfuerzo inconmensurable el hecho de tener que prestarle atención a todas ellas. Pero en fin, no sigo con esto que al final me voy de tema y no es plan, que esto es harina de otro costal.
Bajo estas consideraciones, la aberración con la que hoy me he topado es de magnitudes inverosímiles. Jon Favreau, director de "cine" como ya digo, ha sido el artífice y ejecutor de títulos como "Zathura" y "Iron Man" 1 y 2... se ve que no tuvo suficiente con la primera. Bien, pues hoy me encuentro con que este hombre amenaza a la humanidad entera con que va a publicar una película bajo el título "Cowboys & Aliens" que no es otra cosa que un Western en el que hay, efectivamente, alienígenas. La sandez, como podéis comprobar, es mayúscula.
Quizás ésta sea ya la crítica veinte millones que se hace sobre el tema, pero como dijo Clint Eastwood (no he cogido un gran filósofo, pero viene que ni pintado al "topic"), "las opiniones son como los culos, todos tenemos uno".
De un tiempo a esta parte, el cine, se ha hecho muchísimo más accesible. Esto, como todo, tiene cosas buenas y cosas malas. Lo bueno es obvio, el poder disfrutar con menos restricciones de algo tan apasionante como el cine es algo formidable. Lo malo, es lo que nos puede hacer vomitar y es la eterna comercialización de todas y cada una de las películas; es decir, el hacer películas malas, con argumentos absurdos, sin gastar un duro en guión e invirtiendo decenas o cientos de millones de euros en efectos especiales, sangre y tíos y tías buenas sin demasiado buenas aptitudes para interpretar.
Con cuatro salvedades, a veces, aunque uno lo intente, es imposible ir a ver una buena película al cine. Hay que buscarse las mañas como antaño para conseguir ir a una sala a ver algo no comercial de estreno. En general, estoy cansado de tener que ir a cineforums, clubs de cine y pases eternos de películas. No soporto ver 2 o 3 películas del tirón, me cansa y me supone un esfuerzo inconmensurable el hecho de tener que prestarle atención a todas ellas. Pero en fin, no sigo con esto que al final me voy de tema y no es plan, que esto es harina de otro costal.
Bajo estas consideraciones, la aberración con la que hoy me he topado es de magnitudes inverosímiles. Jon Favreau, director de "cine" como ya digo, ha sido el artífice y ejecutor de títulos como "Zathura" y "Iron Man" 1 y 2... se ve que no tuvo suficiente con la primera. Bien, pues hoy me encuentro con que este hombre amenaza a la humanidad entera con que va a publicar una película bajo el título "Cowboys & Aliens" que no es otra cosa que un Western en el que hay, efectivamente, alienígenas. La sandez, como podéis comprobar, es mayúscula.
Jon Favreau es, ha sido y será un payaso integral, que vive por y para sacar dinero de la colosal masa extraviada de necios adictos a las artes marciales, los disparos y la charcutería desmedida, en películas de acción. Este cretino es la muestra de que, con dinero, uno puede hacer lo que le de la gana sin esforzarse mucho. Todas sus películas no son otra cosa que adaptaciones de algo. "Zathura", es una adaptación al estilo de "Jumanji", sobre un libro ilustrado de la mano de Chris Van Allsburg (del que, por cierto, sólo me llamó la atención "Polar Express"). "Iron Man", por su parte, es otra adaptación del famoso cómic de Stan Lee, pese a ser Iron Man uno de los peores personajes de toda la factoría Marvel. Es pues, también "Cowboys & Aliens" una adaptación del cómic homónimo de Scott Rosenberg. Este tío tiene el mismo criterio para hacer películas, que para leer cómics: ninguno.
Son copartícipes de esta ignominia, Daniel Craig (el peor James Bond de la historia), Harrison Ford (el pésimo Han Solo y el ya fondón Indiana Jones, pero al que le guardo cierto cariño por Blade Runner, Testigo Único o Lo que la verdad esconde(ojo, aquí sólo hablo de la interpretación de Harrison Ford)) y, finalmente, cabe destacar a Olivia Wilde, que le debe TODO lo que es a sus genes.
Son copartícipes de esta ignominia, Daniel Craig (el peor James Bond de la historia), Harrison Ford (el pésimo Han Solo y el ya fondón Indiana Jones, pero al que le guardo cierto cariño por Blade Runner, Testigo Único o Lo que la verdad esconde(ojo, aquí sólo hablo de la interpretación de Harrison Ford)) y, finalmente, cabe destacar a Olivia Wilde, que le debe TODO lo que es a sus genes.
sábado, 13 de noviembre de 2010
viernes, 12 de noviembre de 2010
miércoles, 3 de noviembre de 2010
25 de diciembre de 2009
Uno de esos putos días negros de mierda cuando nada es agradable y todo lo que sucede es una excusa para la ira. Un outlet para las emociones almacenadas, un arsenal, una armadura. Estos son los días en los que odio el mundo, odio a los ricos, odio a los felices, odio a los que se conforman, odio a los que ven la televisión, a los bebedores de cerveza, a los más satisfechos. Porque yo sé que puedo ser un poco de todas esas cosas odiosas y entonces odiarme a mí mismo por hacer lo mismo. No hay ninguna prevención, directiva o enfoque seguro para vivir.
Cada uno de nosotros conocemos nuestro propio destino. Sabemos por nuestros jóvenes cómo vamos a ser tratados, como nos recibirán, cómo acabaremos.Estas cosas no cambian. Puedes cambiar tu ropa, cambiar tu corte de pelo, tus amigos, ciudades, continentes, pero tarde o temprano tu propio yo siempre te coge. Siempre te espera en las alas. Las ideas se arremolinan, pero no se pegan. Aparecen, pero luego se van, como la lluvia de un parabrisas. Uno de esos días lluviosos, un coche explota en mi cabeza, el ambiente de este coche es un espejo de mi cráneo.
Mojado, húmedo, goteos y ventanas empañadas por el frío. Paredes de color gris. Nada bueno en la radio. Ni un pensamiento en mi cabeza.
Cada uno de nosotros conocemos nuestro propio destino. Sabemos por nuestros jóvenes cómo vamos a ser tratados, como nos recibirán, cómo acabaremos.Estas cosas no cambian. Puedes cambiar tu ropa, cambiar tu corte de pelo, tus amigos, ciudades, continentes, pero tarde o temprano tu propio yo siempre te coge. Siempre te espera en las alas. Las ideas se arremolinan, pero no se pegan. Aparecen, pero luego se van, como la lluvia de un parabrisas. Uno de esos días lluviosos, un coche explota en mi cabeza, el ambiente de este coche es un espejo de mi cráneo.
Mojado, húmedo, goteos y ventanas empañadas por el frío. Paredes de color gris. Nada bueno en la radio. Ni un pensamiento en mi cabeza.
Lo mismo que hace dos entradas.
Etiquetas:
arte,
caos,
citas,
la última esperanza,
música
lunes, 25 de octubre de 2010
One of those fucking awful black days when nothing is pleasing and everything that happens is an excuse for anger. An outlet for emotions stockpiled, an arsenal, an armour. These are the days when I hate the world, hate the rich, hate the happy, hate the complacent, the TV watchers, beer drinkers, the satisfied ones. Because I know I can be all of those little hateful things and then I hate myself for realising that. There's no preventative, directive or safe approach for living. We each know our own fate. We know from our youth how to be treated, how we'll be received, how we shall end. These things don't change. You can change your clothes, change your hairstyle, your friends, cities, continents but sooner or later your own self will always catch up. Always it waits in the wings. Ideas swirl but don't stick. They appear but then run off like rain on the windshield. One of those rainy day car rides my head implodes, the atmosphere in this car a mirror of my skull. Wet, damp, windows dripping and misted with cold. Walls of grey. Nothing good on the radio. Not a thought in my head.
sábado, 16 de octubre de 2010
domingo, 10 de octubre de 2010
Hace tiempo que se fue el verano y volvió mi capucha.
Etiquetas:
arte,
citas,
idas de pinza,
la última esperanza
lunes, 4 de octubre de 2010
Flor Naranja
Hoy voy a comentar una cosa poniéndome en situación diametralmentre opuesta a la dirección que ha tomado el blog últimamente.
Desde hace ya bastante, a penas miro blogs nuevos, si no que me dedico a meterme en el mío y ver si han actualizado las personas a las que ya sigo. Cual es mi sorpresa, cuando resulta que hoy veo que hay un nuevo comentario en la última de mis entradas. No suelo tener muchos comentarios, así que esto ya me llama la atención.
Lo abro y me doy cuenta de que, bueno, el usuario no me suena (lo siento :S), el comentario reza lo siguiente: "Tengo un premio para ti en mi blog!". Una vez entro en el blog me doy cuenta de que sí lo he visitado alguna vez (algo que no puedo negar es que me encanta la cabecera).
Y me encuentro con que escribo en uno de los blogs, llamémosle favorito, de alguien. En fin, esto que empezó como una necrópolis de tinta, con la que llevo ya algo más de año y medio, sin más intención que rellenar parte del poco tiempo libre que tengo.

Así que no me queda otra que agradecerselo, de verdad. Que algunas cosas de este tipo me hacen bastante ilusión.
Y, bueno, excusarme por no continuar con lo dispuesto precisamente en este pequeño mérito, no galardonando a nadie, quizás porque sigo con asiduidad menos de doce blogs.
En serio, muchas gracias. =)
Desde hace ya bastante, a penas miro blogs nuevos, si no que me dedico a meterme en el mío y ver si han actualizado las personas a las que ya sigo. Cual es mi sorpresa, cuando resulta que hoy veo que hay un nuevo comentario en la última de mis entradas. No suelo tener muchos comentarios, así que esto ya me llama la atención.
Lo abro y me doy cuenta de que, bueno, el usuario no me suena (lo siento :S), el comentario reza lo siguiente: "Tengo un premio para ti en mi blog!". Una vez entro en el blog me doy cuenta de que sí lo he visitado alguna vez (algo que no puedo negar es que me encanta la cabecera).
Y me encuentro con que escribo en uno de los blogs, llamémosle favorito, de alguien. En fin, esto que empezó como una necrópolis de tinta, con la que llevo ya algo más de año y medio, sin más intención que rellenar parte del poco tiempo libre que tengo.

Así que no me queda otra que agradecerselo, de verdad. Que algunas cosas de este tipo me hacen bastante ilusión.
Y, bueno, excusarme por no continuar con lo dispuesto precisamente en este pequeño mérito, no galardonando a nadie, quizás porque sigo con asiduidad menos de doce blogs.
En serio, muchas gracias. =)
domingo, 12 de septiembre de 2010
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Absurdo.
Es tan simple como eso, me siento absurdo. No sé si las palabras que digo tienen sentido, si alguien entiende lo que de verdad tengo entre manos. La sensación de vacío interior.
El darte cuenta de que no eres nada para nadie. Un par de tardes, una noche, un conocido o alguien con el que compartes una habitación de hotel. Una charla en un metro, o el conocido de un amigo que se sienta a tu lado en una de esas comilonas en las que más que de verse, se trata de aparentar y ostentar logros.
Me siento deshubicado, me siento ignorante. Repito una y otra vez las mismas muletillas, las mismas frases, las mismas estructuras. Vivo en un bucle del que no sé salir y del que, si saliera, me sentiría perdido.
No hago nada. No quiero nada.
A veces me aborda la idea de hacer la maleta y escaparme de aquí y vivir como un anacoreta, lejos de aquí. Otras veces, el suicidio me parece una vía aceptable. Pero luego vuelvo a poner los pies en el suelo y me doy cuenta de lo miserable que es pensar en todo esto, cuando sé que no tengo valor para ninguna de estas dos empresas.
Sólo pido ya una cosa, olvídame, y seguiré consumiendo oxígeno, seguiré siendo un sitio ocupado en alguna biblioteca, encorbado frente a un libro, enclaustrado en mi propio yo; hasta que un día venga a buscarme el hermano de Hipnos.
Es tan simple como eso, me siento absurdo. No sé si las palabras que digo tienen sentido, si alguien entiende lo que de verdad tengo entre manos. La sensación de vacío interior.
El darte cuenta de que no eres nada para nadie. Un par de tardes, una noche, un conocido o alguien con el que compartes una habitación de hotel. Una charla en un metro, o el conocido de un amigo que se sienta a tu lado en una de esas comilonas en las que más que de verse, se trata de aparentar y ostentar logros.
Me siento deshubicado, me siento ignorante. Repito una y otra vez las mismas muletillas, las mismas frases, las mismas estructuras. Vivo en un bucle del que no sé salir y del que, si saliera, me sentiría perdido.
No hago nada. No quiero nada.
A veces me aborda la idea de hacer la maleta y escaparme de aquí y vivir como un anacoreta, lejos de aquí. Otras veces, el suicidio me parece una vía aceptable. Pero luego vuelvo a poner los pies en el suelo y me doy cuenta de lo miserable que es pensar en todo esto, cuando sé que no tengo valor para ninguna de estas dos empresas.
Sólo pido ya una cosa, olvídame, y seguiré consumiendo oxígeno, seguiré siendo un sitio ocupado en alguna biblioteca, encorbado frente a un libro, enclaustrado en mi propio yo; hasta que un día venga a buscarme el hermano de Hipnos.
viernes, 27 de agosto de 2010
martes, 24 de agosto de 2010
argiak
24mm f/2,8 1/2 seg ISO 1000
Posprocesado Lightroom 3.0 y Photoshop CS5
Posprocesado Lightroom 3.0 y Photoshop CS5
Argiak
Argiak piztuta topatzen ditut
kalera irteten naizen orduan
iluntzean nork pizten ote ditu
argi horiek ezkutuan?
kalera irteten naizen orduan
iluntzean nork pizten ote ditu
argi horiek ezkutuan?
Atzo itzaltzen ikusi nituen
goizean lanerantz nindoala
gaua erretiratzen hasia zen
eguzkia jalgitzen zela.
goizean lanerantz nindoala
gaua erretiratzen hasia zen
eguzkia jalgitzen zela.
Argiak onak dira,
jakin nahi nuke nola,
jakin nahi nuke nork, zerk
pizten dituen...
jakin nahi nuke nola,
jakin nahi nuke nork, zerk
pizten dituen...
Jakin nahi nuke,
nola pizten diren...
Jakin nahi nuke,
nola pizten diren...
nola pizten diren...
Jakin nahi nuke,
nola pizten diren...
Ametsak pizteko,
eta esperantza
ilunaldietarako,
argiak.
eta esperantza
ilunaldietarako,
argiak.
Batak bestearen
egietan ere,
desioak ikusteko
argiak.
egietan ere,
desioak ikusteko
argiak.
Jakin nahi nuke,
argiak pizten...
Jakin nahi nuke,
jakin nahi nuke,
nola pizten diren...
argiak pizten...
Jakin nahi nuke,
jakin nahi nuke,
nola pizten diren...
Gogoak ere
hirietako
argi antzera
piztu daitezen
gure gauetan.
hirietako
argi antzera
piztu daitezen
gure gauetan.
miércoles, 18 de agosto de 2010
Me llamaron a voces, pensando que yo tenía aquello que ellos querían. No fue así, y poco tardaron en darse la vuelta y caminar en dirección contraria buscando aquello que se prometieron no tener.

Etiquetas:
arte,
caos,
citas,
escritos,
estupidez,
fotografía,
frases,
idas de pinza,
la última esperanza
viernes, 13 de agosto de 2010
martes, 10 de agosto de 2010
jueves, 5 de agosto de 2010
miércoles, 4 de agosto de 2010
viernes, 30 de julio de 2010
miércoles, 14 de julio de 2010
martes, 13 de julio de 2010
Es martes 13 de julio. Parece que ya he sobrevivido a algo más de mitad del año.
Enero comenzó con situaciones extrañas en las que nunca me hubiera querido ver, haciendo esfuerzos y guardando las absurdas apariencias, en definitiva, siendo hipócrita conmigo mismo. Cegado ahora muy bien no sé porqué cojones, porque fue una de esas cegueras que se curan con el tiempo o con una buena hostia, como fue mi caso. Volví a desconfiar, como debí haber hecho siempre. Y me dieron de donde menos lo esperaba, como menos lo esperaba y con la guardia baja, muy baja. Entretanto Madrid decidió teñirse de un blanco no esperado, lo que hizo que todas esas réflex recién regaladas en reyes, salieran a la calle a estrenarse en manos de a los que, indulgentemente, llamaré novatos dueños.
Tener incluso que aguantar un "Hay, qué chuli... tú también eres fotógrafo", escupido por los labios de una chica que no sobrepasaría la veintena, pero que tampoco bajaría de la minoría de edad, creo que hice bien en contestarle en otro idioma, haciendo un poco de teatro y alejándome de aquella nauseabunda estampa. En aquel momento tenía una necesidad pseudocubierta y, claro, hice teatro en una dirección y no en otra en base a esa necesidad.
Enero... el mismo mes que rompió ilusiones, anhelos, esperanzas, deseos, ánimos, mi confianza, mi fe, mi seguridad en mí mismo y mi manera de ver la vida. Muy épico todo ¿no?. Continué el camino cabizbajo, sin percatarme de nada más. Vaivenes de la vida lo llaman algunos hasta que llegó el 31.
Febrero, es el mes que me hizo tocar el suelo con la cara al desplomarme y enseñarme que no quedaba otra que volver a levantarse y comenzar de nuevo, aunque fuera hacia abajo. Valencia me acogió un par de días, para la estación, el hostal y poco más que una facultad y la cárcel en sábado.

Hilar se me hace cada vez más difícil, pensar cada vez más costoso. Prometo seguir un horario y establecerme unos límites que nunca sigo.
Traté de seguir la máxima de Apolo y conocerme a mí mismo, pero soy ese tipo de personas a las que no aguanto.
Entre estertores que me hacían caminar en dirección contraria a la catarsis llegó Marzo, mes que no me impulsó hacia ninguna purificación, si no que fue el preámbulo del descenso a las pasiones más bajas y mundanas que pueda cosechar el hombre y que, en este mes, iba a sembrar ya en agostado emplazamiento.
Me di cuenta de que importarle, lo que se dice importarle, no le importo a casi nadie; y que aquello de que se puede contar a los que de verdad valen con los dos es, imponentemente, real. No recuerdo ahora muy bien qué autor, o puede incluso que esto lo haya pensado yo y sea tan gilipollas de no recordar que he sido yo y que se lo esté endilgando a alguien; dijo (o dije, vete tú a saber), que para comprender las cosas no hay que estudiarlas sólo pormenorizadamente, si no que hay que entenderlas, conociendo su estructura interna y concebirlas en un plano general y que, por ejemplo, el hombre ha de ser estudiado sentado en un sillón dialogando con un psicoanalista y desde un helicóptero, hormiguitas diría un niño que parecemos, pero que, sin embargo, una persona sólo se relacionará con lo que considere él como cercano y que temas como la fidelidad, sólo son razonables y coherentes cuando existe una cercanía tal que no permite otra cosa; la verdad, yo tampoco lo entiendo demasiado bien, aún bajo la posibilidad de haberlo pensado yo.
En otro orden de cosas, llega Abril, seguimos con un frío de cojones, nieve, lluvia y truenos como si los hubieran cogido en un 2x1 en cualquier supermercado de barrio.
Decido, en la medida de lo posible, alejarme de lo que pueda y preparo un genial viaje, lejos de aquí. Todo lo lejos que pude irme. Redescubres, otra vez casi como si fuera nuevo, que el ser humano es imbécil y que merece la pena discutir por todo, enfurruñarse por nada y amargarnos la existencia por cuatro diferencias que no nos llevan muy bien a nada. Desesperanza por dos tonterías perfectamente solventables con aunarnos para el único objetivo que teníamos en común... aunque luego todo se fue a la mierda. Islandia y un volcán que casi nadie es capaz de pronunciar, o incluso a veces de memorizar, me jodió las "vacaciones". Así que tuve que improvisar, y así es como, por su culpa, Sevilla me acogió con los brazos abiertos. Aunque sea como cualquier otra ciudad, excepto por el horrible calor, el acento y el puñado autóctono de imbéciles que debe rellenar el 90% del censo (vamos, como en casi cualquier sitio). Quizás sea éste es el punto de inflexión en este año, entre el 29 de abril y el 2 de mayo, Sevilla, el calor, la honradez y un par de buenos recuerdos sobre lo que nunca pasaría en un aeropuerto de Tokio.
Mejor humor y pensando en cumplir el primer y el último mandamiento délfico: conocerme a mí mismo, decidí hacer todo lo posible a mano. Mi letra es horrible, las dedicatorias de los libros que regalé sólo han sido desencriptadas una vez, cuando el que recibió el presente me pidió que leyera aquello.
Creí poder sonreir un poco al sol que a veces se asomaba y preparé fuerzas para los exámenes, sin saber muy bien que debería haber preparado fuerzas para algo más.
Así pues, Mayo discurrió sin saber muy bien como, entre tensiones y tontunas.
Hasta que Junio llegó para joderme, desconozco qué hice para merecerlo, pero así es, este mes llegó.
Aquí es cuando yo levanto la vista y sólo veo humo blanco saliendo no sé muy bien de donde, mientras me duele el pecho, el cuello y la nariz; todo va lento, muy lento... estoy cansado, mareado y tengo ganas de vomitar. La impertinente lluvia sigue cayendo sobre mí, calándome entero, empapando el zombie que teóricamente creo que fui. Maldigo y poco más. Falta de formas por un lado y un bonachón descontextualizado hacen que finalice aquella fatal noche.
Y así hasta que llegamos al presente mes, hastiado de todo esto, escribo como me da la puta gana bajo la presión de que sólo yo me voy a leer y me aprovecho de la estupidez de que todo el mundo pueda tener este pequeño rincón que creemos un balcón de nuestro baluarte desde el que criticar y soltar improperios y críticas hacia esa amalgama de chorradas y memeces que vivimos y que conforman nuestra vida. Hago lo que hago porque puedo y porque me da la puta y real gana. Escribo como quiero, porque quiero y fin.
Si eres un quisquilloso y has leído ese sonreír sin tilde, bien por ti.
Every word, every thought, every sound
Every touch, every smile, every frown
All the pain we've endured until now
All the hope that I lost you have found
Yourself to me
Every touch, every smile, every frown
All the pain we've endured until now
All the hope that I lost you have found
Yourself to me
Etiquetas:
caos,
estupidez,
filosofía,
fotografía,
idas de pinza,
recaidas
lunes, 28 de junio de 2010
jueves, 24 de junio de 2010
Cuando, poco a poco aunque en realidad de golpe, te das cuenta de que nadie, ni siquiera uno mismo, se salva de aquellos motivos que nos hacen despreciables.
De nuevo, apología de Tito Plauto. Misógino para algunos y realista para mí. El refrán de la paja en el propio y la viga en ajeno. Lo traigo de nuevo a mi memoria y me sigo sintiendo un neófito del odio, aunque roce la categoría de maestro.
Odio, rabia e impotencia. Día tras día.
El engaño, las máscaras y los disfraces, a veces tan bien hechos que parecen reales incluso de cerca. La pedantería, el ego como despótico comportamiento y sobretodo, la hipocresía como lábaro inamovible.
Una mácula más de la plepa.
Que me dejes en paz, coño.
De nuevo, apología de Tito Plauto. Misógino para algunos y realista para mí. El refrán de la paja en el propio y la viga en ajeno. Lo traigo de nuevo a mi memoria y me sigo sintiendo un neófito del odio, aunque roce la categoría de maestro.
Odio, rabia e impotencia. Día tras día.
El engaño, las máscaras y los disfraces, a veces tan bien hechos que parecen reales incluso de cerca. La pedantería, el ego como despótico comportamiento y sobretodo, la hipocresía como lábaro inamovible.
Una mácula más de la plepa.
Que me dejes en paz, coño.
Etiquetas:
caos,
citas,
crítica,
escritos,
estupidez,
filosofía,
frases,
general,
idas de pinza,
la última esperanza
miércoles, 23 de junio de 2010
sábado, 5 de junio de 2010
84
... y allí estaba yo, casi a las 6 de la madrugada golpeando el saco. Uno tras otro, envite tras envite, él seguía allí inerte. De vez en cuando mecido con un vaivén cuasi hipnótico.
Los ensayados movimientos de cadera, la mirada fija, la mente en blanco y los puños silbando. Bailo a su al rededor. Y ahora mismo nada más importa.
Finto, me muevo a un lado y golpeo a la zona de las costillas. Me muevo y doy un golpe alto. Combinaciones estudiadas, alante, atrás, un gancho...
Mi respiración es lo único que retumba en toda la nave. El sudor se va despeñando por mi cara, metiéndose en mis ojos.
Pero sigo golpeando, una y otra vez. En contra de todo lo aprendido desprendo ira, vesanía, furia, cólera y enojo. Golpeo con toda la fuerza que me deja mi cuerpo ya extasiado, pero el cansancio puede con cualquiera. De repente de desplomo. Caigo al suelo, con los pies desnudos y comienzo a llorar. No sé muy bien porqué, pero lo hago profusamente. Aún me quedo un rato más desahogándome tendido en el suelo. Todo esto se hubiere podido evitar, tan solo con un abrazo de la persona debida.
Los ensayados movimientos de cadera, la mirada fija, la mente en blanco y los puños silbando. Bailo a su al rededor. Y ahora mismo nada más importa.
Finto, me muevo a un lado y golpeo a la zona de las costillas. Me muevo y doy un golpe alto. Combinaciones estudiadas, alante, atrás, un gancho...
Mi respiración es lo único que retumba en toda la nave. El sudor se va despeñando por mi cara, metiéndose en mis ojos.
Pero sigo golpeando, una y otra vez. En contra de todo lo aprendido desprendo ira, vesanía, furia, cólera y enojo. Golpeo con toda la fuerza que me deja mi cuerpo ya extasiado, pero el cansancio puede con cualquiera. De repente de desplomo. Caigo al suelo, con los pies desnudos y comienzo a llorar. No sé muy bien porqué, pero lo hago profusamente. Aún me quedo un rato más desahogándome tendido en el suelo. Todo esto se hubiere podido evitar, tan solo con un abrazo de la persona debida.
Etiquetas:
caos,
escritos,
estupidez,
idas de pinza,
recaidas
jueves, 1 de abril de 2010
Suscribirse a:
Entradas (Atom)